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Querella de los intelectuales.

  Querella de los intelectuales. "¡Feliz aquel que todavía tiene esperanza de emerger de este mar de confusión! Lo que se necesita no se sabe, y lo que se sabe no se puede usar" Goethe, en "Fausto", de 1832.   En 1849 Dostoievski escribió en la pared de su celda la siguiente historia: "El sacerdote y el Diablo: '¡Hola, obeso padre!', le dijo el diablo al sacerdote. '¿Qué mentiras le contaste a esas pobres y engañadas personas? ¿Qué torturas del infierno le describiste? ¿No sabes que ya están sufriendo las torturas infernales en sus vidas terrenales? ¿No sabes que tú y las autoridades estatales son mis representantes en la tierra? Eres tú quien los hace sufrir las torturas infernales con que los amenaza. ¿No lo sabía padre? ¡Bien, entonces venga conmigo!'. El diablo tomó al sacerdote por el cuello, lo alzó en el aire y lo llevó a una factoría, a una fundición. Vio a los trabajadores corriendo apresurados de aquí para allá, moviéndose ...

Sobre Ítalo Calvino y los Usos políticos acertados y equivocados de la literatura.

Sobre Ítalo Calvino y los Usos políticos acertados y equivocados de la literatura.     En ocasión de un coloquio sobre política europea convocado por el European Studes Program del Amherst College, el 25 de febrero de 1976, Ítalo Calvino leyó una conferencia titulada: “Los usos políticos acertados y equivocados de la literatura”. Voy a hablar de esta conferencia porque, a pesar de las distancias, sus reflexiones siguen siendo asombrosamente vigentes, al   punto de incurrir en la sensación de que el paso del tiempo se ha ralentizado para algunas discusiones, que no se agotan ni se alcanzan a sí mismas; quizá sea el efecto del vértigo en todo lo demás, que está haciendo un tiempo récord (Si tan sólo tuviera a dónde ir!), dejando atrás todo nuestro abandono, al punto de encontrarnos todavía y siempre, con las mismas viejas preguntas. Calvino comienza diciendo que durante toda su juventud (a partir de 1945, durante todos los años cincuenta y algunos más) el proble...

Hechicería para no videntes. Los diarios de Thoreau.

  Hechicería para no videntes. Los diarios de Thoreau.     “Un diario: un libro que ha de contener un registro de todo nuestro gozo, de todo nuestro éxtasis.” Henry David Thoreau     “De todas las cosas extrañas e inexplicables, escribir este diario es la más extraña. No dejará que se diga nada de él; su bondad no es buena, ni su maldad mala. Si hiciera un ímprobo esfuerzo para exponer mis mercancías más íntimas y valiosas a la luz, mi muestrario parecería lleno de los más humildes enseres domésticos…” (29 de enero de 1841, 1981: 237)       En sus diarios, Thoreau reflexiona sobre la práctica de escribir y de escribir diarios. Dice que cuando lee busca el libro que lo obligue a abandonar el libro, que lo ponga en acción, que lo colme de una especie de riqueza tan sutil que lo deje con el menor de los pesares; como si hubiera recién descansado su ánimo en el libro y se levantara después de éste, recargado, con una energía ...

Escuela de robinsones

  Escuela de robinsones     En una entrevista reciente, el primer presidente libertario de la historia, tal vez el primer presidente arquero, pero no el primer presidente manco, al menos hasta que cumpla con su promesa, declaró que su mamá debería ganar una menor jubilación que su papá, o haber recibido sólo una “asistencia” por haber sido ama de casa. En sus palabras: “ mi mamá no trabajó y mi papá sí ”. Estas declaraciones, ni aisladas ni desafortunadas, forman parte de un síntoma de época, difícil de definir, y me hicieron recordar un libro genial de Katrine Marçal, titulado: “¿Quién le hacía la cena a Adam Smith?”. Katrine Marçal descubre al personaje de Margaret Douglas. “ Una mujer de edad avanzada y aspecto adusto, vestida casi enteramente de negro, está sentada en un butacón rojo en la esquina de una habitación, con la mano derecha apoyada en un libro que parece haber acabado de cerrar. ” Retratada a los ochenta y cuatro años por Conrad Metz. Nació en sept...

Acerca de la irreparable inmadurez.

  Acerca de la irreparable inmadurez.     Encuentren sus moléculas, decía Deleuze, si no las encuentran ni siquiera pueden leer. Leer es encontrar las propias moléculas, las moléculas están por todas partes, en los libros y en la calle, en la música y en el silencio. “Pensar conceptos como imaginando mundos” es la propuesta deleuziana en las clases de en medio de Spinoza. Para Deleuze, crear conceptos dotados tanto de una necesidad como de una extrañeza, es el arte de la Filosofía, pero este acto de creación no pertenece al orden de la comunicación, sino que emerge como un acto de resistencia o discordia, nace de una disarmonía anterior, que precede a todo orden. Básicamente, filosofar es un acto creativo que implica entrar al mundo buscando una salida, coordenadas para una fuga, una puerta entreabierta, una piedra arrojada capaz de juntar una ventana con un agujero. El escape es anterior al Mundo, antes que Manhattan o Beijing fue el desierto, el río, la noche;...